¡Quiero un Wheely bug! Ya se que tengo 37 años y mi hijo tiene casi cuatro pero es que no se qué excusa poner para tener esta preciosidad en mi casa.
Para los que no conozcáis este correpasillos tenéis que saber que es un juguete australiano totalmente innovador. Sus ruedas bidireccionales permiten a los más pequeños ir en todas direcciones animándoles a trabajar un gran número de músculos, mejorando la psicomotricidad y coordinación, desarrollo del equilibrio, resistencia y planificación de movimientos. Y además de no arañar los suelos de casa es apto para todo tipo de superficies.

Ha tenido un éxito arrollador en un montón de países y ha ganado más de 16 concursos internacionales por su moderno diseño con esos colores que te atraen, sus materiales de gran calidad ( madera, acero inoxidable y aluminio) y sus muchos beneficios.
¡Ya he encontrado la excusa para hacerme con uno!, tiene dos tamaños: el pequeño sería de 1 a 2,5 años y el grande de 2,5 a 5 años, así que Martina todavía tiene tiempo de disfrutarlo y lo más impresionante es que el peso máximo recomendado es de 25 Kg , sin embargo, cada rueda soporta 30 Kg por lo que los mayores que no pasen de 120 Kg pueden darse una vuelta con el Wheely bug de su hijo. Y ahora que ya no tengo excusas ¿cuál elijo? ¡Son todos increíbles!
